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NYC y YO

  • Aunque ya no vivo en la ciudad de Nueva York, crecer allí tiene ventajas y desventajas. Una de las cosas que caracteriza a Nueva York es su movimiento: el flujo constante de personas, restaurantes, cultura y turismo. Aunque a muchas personas les fatiga este ritmo, a mí me genera vitalidad, drama y resistencia. Cada vez que voy a la ciudad, encuentro algo interesante y llamativo que solo se puede ver allí. Esto forma parte de la cultura del neoyorquino.

    Otro aspecto destacable de Nueva York es su cultura. Mi identidad cambió al emigrar desde un suburbio. La cultura neoyorquina es peculiar y fascinante: las personas caminan rápido, absortas en sí mismas, y el sonido de una ambulancia forma parte de lo cotidiano. Sin embargo, la ciudad impacta profundamente a las personas de clase media. Es muy difícil dejar atrás la vida trabajadora en Nueva York, ya que está dominada por grandes corporaciones. Además, el alto costo de la vivienda es una de sus características más conocidas. Este aspecto tiene tanta notoriedad que los nuevos inmigrantes ya llegan informados de la situación.

    Aparte del costo de la vivienda, la ciudad puede ser como una “cárcel de oro”: aunque se vive más cómodo, esto suele ser a cambio de largas jornadas laborales y poco tiempo para disfrutar de la vida. Por otro lado, una ventaja de crecer en la ciudad fue su diversidad. En países como República Dominicana, las personas extranjeras solo se ven en zonas turísticas. Yo venía de un suburbio, y me resultó interesante ver chinos, mexicanos, boricuas, entre otros. Nueva York es conocida por ser la ciudad más diversa del planeta, lo cual fomenta la unión entre la comunidad hispana. En este entorno, muchas personas dejan a un lado parte de su soberanía y nacionalismo de origen. Al emigrar, se pierde algo de esa identidad nacionalista.

    Por otro lado, una desventaja notable es la calidad de vida. Las personas llevan una vida acelerada, trabajan largas horas, enfrentan climas volátiles, sufren un transporte público deficiente y soportan una mala calidad ambiental. Todo esto contribuye al deterioro y envejecimiento de las personas a un ritmo más rápido.

    En conclusión, la ciudad de Nueva York es una fuente de oportunidades, especialmente si eres joven y no tienes responsabilidades familiares. La ciudad puede ofrecer cultura, turismo, transporte y hogar. Sin embargo, para quienes buscan tranquilidad y una mejor calidad de vida, Nueva York cuenta con suburbios que ofrecen acceso rápido a la ciudad sin el estrés constante de vivir en el núcleo urbano.