
Soy nacido en la República Dominicana, y mis padres también son de origen dominicano. Mi lengua más cómoda, la que mejor entiendo, con la que puedo expresarme plenamente, que me identifica y me diferencia de los demás, es el español. Aunque para muchos, incluyéndome a mí, la lengua era simplemente un instrumento de comunicación, con el tiempo entendí que la lengua que hablas tiene una gran relevancia en quién eres y dónde vives.
La lengua tiene un impacto significativo porque forma comunidades que unen a personas de diferentes grupos, religiones o razas. Yo subestimaba el valor de la lengua hasta que llegué a los Estados Unidos, donde confirmé que puede ser un poderoso lazo de unión entre personas de diferentes orígenes.
Al aprender inglés, las cosas cambiaron. Te adaptas a otra cultura, y eso afecta tu identidad, tu manera de imaginarte y percibirte a ti mismo. Nunca pensé que formaría parte de la comunidad del Spanglish. Sin embargo, aprendí sobre la gran influencia que el inglés ejerce sobre otras lenguas. Muchas expresiones que usamos en español, a menudo de forma inconsciente, derivan del inglés y forman parte del Spanglish. Esto me dio una nueva perspectiva para entender y valorar los lenguajes y su influencia.